27 mayo, 2013

Planes para todos

Un amigo me contaba que sus bolsillos tienen agujeros. Un ejemplo muy gráfico en esta época de ansiedad, crisis galopante y estrés colectivo. Pues bien, vamos a intentar voltear este turbio contexto con algunos planes que no requieren miles de euros en la cuenta, son cotidianos y proporcionan una gran felicidad. Por ejemplo, llega el fin de semana y estás por Madrid (aunque lo puedes extrapolar a otras ciudades)… ¿Por qué no coges el tren y sales a disfrutar de la montaña o los pueblos preciosos que nos rodean? O más fácil: dirígete al centro, observa a tu alrededor, pasea por la Plaza Mayor, La Latina, Tirso, Malasaña, Lavapiés, el Retiro. Siéntate en una terraza o en el banco de un parque, con un refresco y un libro que te apasione. O con un periódico de papel, esa especie única -y en peligro de extinción- que me ha regalado instantes fabulosos; y que, dicho de paso, ojalá su existencia perdure, algo que –no me llames iluso porque tenga una ilusión- es compatible con la revolución tecnológica y su contribución al progreso de la humanidad. (Redoble de tambores.) Por descontado, también puedes consultar actividades asequibles para el bolsillo y de sumo interés aquí, en esta gloriosa página, o iniciativas de la gran web Madrid Free.

Y qué mejor propuesta que estar con personas geniales, de las que te hacen sentir eterno. Perdonad que hable de mí, pero en mi familia cada año –y casi por decreto ley- cumplimos fielmente una tradición genuina: la “primada”. Como podéis deducir, consiste en juntarnos tropecientos primos durante un fin de semana -en una casa rural o donde se tercie- y dar rienda suelta al buen humor, la amistad y el inmenso placer de reencontrarnos todos. De ahí el título de este artículo: Planes para todos. La relación calidad-coste del invento ofrece un balance tan positivo que os animo a organizar vuestro propio sarao desde ahora mismo. Porque hay cien mil maneras de vivir, como clamaba Rosendo: “Descuélgate del estante / y si te quieres venir / tengo una plaza vacante / maneras de vivir”.

21 mayo, 2013

Emprendedores

Decía Steve Jobs que “la innovación es lo que distingue al líder de sus seguidores”. Sin duda, una clave impactante en esta época donde –vivan las citas- “lo que no es tradición es plagio”. Pensad un momento al respecto. Supongo que sucede en la mayoría de los ámbitos, pero en mi gremio uno ve de todo, gente que se coloca medallas por ideas ajenas, delirios de grandeza y otros desvaríos de la condición humana. Pues bien, quiero rendir tributo a las personas ejemplares que también te encuentras por el camino, que son muchísimas: creativas, librepensadoras, únicas. Las que se reinventan a sí mismas y se atreven a emprender (vocablo de moda, pero esencial) nuevos retos, proyectos y locuras por doquier. Así, uno teclea Historias de emprendedores en Internet y celebra el impulso de esa especie de súper-héroes sin capa ni espada que encaran la realidad económica con tesón y autonomía: relatos de éxitos y fracasos verdaderamente inspiradores. Y en algunos casos, con la mirada puesta en Silicon Valley (EEUU): el enclave de referencia entre empresarios con ganas de revolucionar el mundo. Porque quizá tan pretenciosa como imprescindible misión sea la llave para lograr buenos resultados, sortear los cauces establecidos y abogar por el riesgo, la originalidad y el “think different”.

Le daba vueltas a esto durante unas intensas jornadas del gran Club del Emprendimiento en Madrid. Hablaban ponentes muy prestigiosos y, entonces, un servidor se acordó de familiares, amigos, tipos anónimos que levantan con pasión su modesto, boyante o, lo más crucial, gratificante negocio: de eso se trata, intuyo. Porque la crisis, como la vida, debe servir para conocernos mejor y sopesar los resortes del mercado. Cantaba Dylan: “Los tiempos están cambiando…”.

(P.D.: Más periplos de un servidor, entre otros sitios, en Noticias Madrid Norte. ¡Gracias!)

15 mayo, 2013

Llámalo "proyecto poético"


No es la sublime peripecia de Kerouac en la carretera, pero se trata de otro viaje iniciático. Una curiosa pulsión por hallar la excelencia en el arte. La heterodoxa perspectiva sobre la creación que desquiciará a más de uno, pero que deja pasajes y sensaciones muy valiosas. Saliendo de la estación de Atocha, de Ben Lerner, es un libro repleto de vida. Concretamente, la de Adán, un joven norteamericano que recala en Madrid con una beca para desarrollar un ‘proyecto poético’. Y sí, como era de esperar, tan pintoresco objetivo se convierte en una sucesión de experiencias personales por lugares emblemáticos de la ciudad. La crónica de un antihéroe inmerso en la incertidumbre existencial. El periplo de un tipo que se burla de casi todo, se enamora, fantasea, se droga, deambula sin rumbo fijo y, en el fondo, pone en jaque la vocación artística. Durante su estancia, un hecho atroz que todos recordamos cambia el tono del relato: los atentados del 11-M. Un episodio trágico en un país donde ya asoman ciertos síntomas de la dichosa crisis económica. Un retroceso atroz en pleno S.XXI que envilece unas páginas bendecidas por escritores como Paul Auster o Jonathan Franzen. Y no será un servidor quien las cuestione, queridos lectores, sino quien invite a la reflexión. Con permiso.

Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde… No cabe duda, pero ojalá esto no ocurra demasiado pronto. Me explico: que nos dé tiempo a soñar y perdernos un buen rato, quién sabe, saliendo de remotas estaciones en Londres, El Cairo, París, Estambul, Roma, Pekín, Buenos Aires, Moscú, Bogotá o la Conchinchina.

Porque, como en aquella canción eterna, yo me bajo en Atocha y me quedo en Madrid, pero siempre anhelé ser Holden Caulfield y aparecer en Penn Station, vagar por las calles de Nueva York, reflexionar sobre lo divino y lo humano o filosofar sobre el destino de los patos del lago de Central Park en invierno. Y esa evocación me sugiere la historia de Adán: la de una etapa diferente, necesaria, memorable, con altibajos, días de vino y rosas, experimentación, desidia, mofa, ilusiones y el presentimiento de que este “proyecto poético” puede ser un arma cargada de futuro.

(P.D.: Ahora también me encontráis en el gran Paperfront Magazine... No os perdáis sus publicaciones. ¡Gracias a tod@s!)

12 mayo, 2013

... y emocionado.

Aún sigo desbordado por todas las muestras de cariño en este cumpleaños felicísimo. ¡No doy abasto! ¡Es inenarrable! ¡Sois geniales! ¡Aplausooooo! ¡Infinitas graciaaaaaas!

09 mayo, 2013

Sobre la Uned

En esta época de incombustible defensa de la enseñanza pública y de calidad, con sumo respeto por todas las opciones educativas, os enlazo una entrevista realizada sobre los 40 años de la UNED. Espero que os guste, amigos, ¡y que todos cumplamos muchos más! ¡Mil más!

http://www.noticiasmadridnorte.com/uned/

P.D.: Gracias por el respaldo en cada proyecto de un servidor.
¡Abrazos, salud, risas!

06 mayo, 2013

Bocados mundanos


Hace unos días estuve en la playa. El mar amaina los vaivenes cotidianos y me retrotrae a la niñez, la adolescencia y todos aquellos sueños de una noche de verano que jamás deben caer en el olvido. Con buena gente y un lugar apropiado, cada instante se hace eterno. Por cierto, partía cargado de libros desde Madrid, pero al final devoré otros que encontré en la fabulosa biblioteca de mi hermano. Cosas que pasan. Y entre tanto arsenal, aderezado con películas soberbias, disfrutamos de la vida: trabajamos en varios proyectos, hicimos deporte, trasnochamos, madrugamos y montamos el sarao de los grandes partidos de fútbol: los que demuestran que el deporte no es historia, sino presente continuo. Que se lo miren bien el Real Madrid y el Barca, colosos (hoy) en llamas. Que no nos pueden dejar así, oiga. Que necesitamos más opio frente a la adversidad. Emociones, alegrías, deleite... Corramos “un estúpido velo” y que la Champions la gane el mejor. 

Con permiso, ahora tocan las sugerencias. Si andáis por aquí, por este Madrid perenne, obviamente id al Museo Reina Sofía aliñado con Dalí, al siempre celestial Círculo de Bellas Artes o al espectáculo del clown David Larible en el Circo Price. Si viajas a Barcelona, ¿te apetecen risas? Pues “Verás que todo es mentira” en el Teatreneu, del maestro Godoy. ¿Y en Valencia? ¡Muy amena la “Temporada Baja” de Oscura Teatre en el Rialto! ¡Y siempre grande Carles Castillo, ahora con “Piano, Piano” en el Micalet! Por cierto, me cuenta el amigo Carles que la crisis está pasando factura a la iniciativa solidaria y excepcional de Improasistencia (por favor, difundidla, conocedla bien: www.improasistencia.org).

Y para acabar con nota esta crónica mundana tan apasionante, os invito a engullir “El Mundo a Bocados” (www.elmundoabocados.com), la web de viajes y gastronomía planetaria que ha creado una periodista con impagable criterio y buen gusto. Seguro que encontráis una experiencia original, un plato delicioso y la convicción de que hay talento en estos tiempos aciagos. ¡Salud!

03 mayo, 2013

¡Feliz puente!

Forges, en El País