29 abril, 2013

Gozosa desconexión

Me encanta informarme de todo lo que ocurre alrededor y me conmueve el drama imperante, pero también procuro sacar tiempo para rendir un elogio a la desconexión. Y entre tantos viajes, cursos, reportajes, anhelos, encuentros y reencuentros con gente genial, anoto en la agenda dos conceptos muy saludables: deporte y ocio. Sobre deportes ya hablaremos otro día, aunque adelanto una obviedad: el final de la temporada futbolera está en candela: gocemos del espectáculo.

Sobre las propuestas de ocio –que siempre puede ser muy productivo-, os emplazo a releer “On the road” de Kerouac (por fin irrumpe su versión en cine), a vibrar con las series Boardwalk Empire y Mad Men, a escuchar al volante el “Magic Time” de Van Morrison y, ya que asoma el verano, a escaparos a la Sierra (una postal de felicidad: sensación tan malherida en estos tiempos). Y, ahora, vayamos al teatro. De mil títulos por toda España, que no se me olviden dos en Madrid: “Juicio a una zorra”, con Carmen Machi en La Abadía. Colosal, esta Helena de Troya evocada por Miguel del Arco, tal y como sostiene Marcos Ordóñez en El País, es “un cruce entre Cresida y Tersites, entre Juliano y Myra Breckinridge”: una obra “encarnada prodigiosamente por la actriz”. Y de la inmensa Machi –con permiso, cambiando de tercio y generación- a otras dos mujeres con luz propia: Ana Morgade y Julia de Castro. Ellas protagonizan “Las rusas” en la hora golfa del Infanta Isabel, “una comedia muy negra” dirigida por Darío Facal que recupera la Movida madrileña más delirante. Risas, historia, emoción, parodias, musicales… Corred a las salas y vivid al cien por cien. Contradigamos a la citada Helena de Troya cuando afirma aquello de “Adoro esta letárgica insensibilidad: el signo de vuestro tiempo”.

21 abril, 2013

En el camino

"(...) La gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde, arde (...)".
On the Road, de Jack Kerouac.

P.D.: Muy propio ante una escapada prometedora, tan necesaria como productiva. Allá vamos. ¡Gracias por la compañía! Continuará. Sed felices.

15 abril, 2013

En derredor

Si empiezo mencionando un lugar como Siria, pierdo –siendo generoso con la estadística- uno de cada dos lectores. Y aunque no compartiría esta huida hacia otras informaciones, lo entiendo perfectamente: demasiados problemas tenemos aquí… como para analizar la situación en otros mundos remotos. Bien, a quien busque emociones fuertes y una reflexión sobre aquel castigado país y la condición humana, le sugiero efusivamente “Siria. Más allá de Bab Al-Salam” en Libros.com. Elaborado por un grupo de periodistas y fotógrafos con vocación de riesgo y autenticidad, estoy deseando adentrarme en la vida cotidiana de Siria a través de las historias al límite que nos narran: crónicas de un territorio donde las balas silban en cada esquina y el terror impregna las calles de Damasco o Alepo. Más de 30.000 muertos en un conflicto que, como tantas otras noticias, ha perdido interés en los medios de comunicación. La crisis de la profesión ha provocado el recorte de corresponsales y el abandono de experiencias que no son rentables: se priman otros intereses. (Por no regodearnos en temas como la remuneración, la falta de reconocimiento o las dificultades que existen para publicar en España.) Aun así, hay personas alocadas que se empeñan en defender el oficio. Por alusiones, el otro día Antonio Pampliega, uno de los autores del libro, me comentaba: “Jorge, somos los ojos de los que no pueden ver y la voz de aquellos que no pueden hablar”. (Nada que apostillar. Sencillamente, gracias.)

Y recordaba esto quizá para hallar cierto consuelo comparando realidades que son mucho peores que la nuestra. En fin, ánimo a todos. Además, estos días hemos ratificado que en España la justicia es igual para todos… y, no sé por qué, el optimismo se ha resquebrajado un poco más entre la gente. “Estáis desconcertados (…), pero estáis”, arengaba a las masas el gran José Luis Sampedro. Tomemos nota para continuar batallando y, pese a todo lo que sucede en derredor, seamos felices.

08 abril, 2013

Eventos

Esta semana me apetece hablar de esto. Recuerdo una sección de un programa de radio que hacíamos varios personajes irredentos… Sí, amigos, repasábamos con buen humor (¡cómo no!) los deslices mediáticos: un tributo al “Curso de ética periodística” (¡tan necesario!) del legendario CQC. Me acuerdo de una entrega –y enseguida entenderéis mi dispersión- donde exponíamos el uso preciso del concepto “evento”. Mientras la RAE lo define como “acaecimiento” o “eventualidad, hecho imprevisto o que puede acaecer”, hoy denotan justo lo contrario: la preparación exhaustiva de una actividad de índole social, académica, artística o deportiva. Lo revelador es que, a pesar de la crisis, los eventos siguen de moda.

¿Y por qué están en boga los eventos? Creo que porque nos ayudan a sentirnos mejor. Optimizan nuestro tiempo. Regalan un soplo de aire fresco en una sociedad saturada de estímulos. Hay variedad de propuestas y los presupuestos se ajustan al gusto del usuario. Valen para empresas y particulares. Son alternativas originales para mejorar la formación de los trabajadores y la productividad del grupo mediante el divertimento.

Y cuento todo esto al hilo de dos empresas del sector que ofrecen una gama inmensa de actividades, que demuestran que todo fluye y nada permanece, que las ideas “únicas, creativas y diferentes” (sic) se pueden hallar en “La Fábrica de Experiencias”, donde aplican una fórmula excelente: Creación + Adaptación + Planificación + Soluciones = Éxito. O que, gracias a los profesionales de “Myplanner”, se organizan saraos a cualquier escala y nos entretienen “Compartiendo sonrisas”. Grandes mensajes y mejores planes para esta época tan difícil.

P.D.: Más madera en todas la redes sociales, la vida misma y esta web. Gracias por el seguimiento.
¡Un abrazo enorme!

01 abril, 2013

Abril, sugerencias mil

Me acuesto tarde, me levanto temprano, apuro todas las horas del día con entusiasmo y, sin embargo, creo que debo bajar el pistón. Al final os haré caso. Pero antes, entre tanto embrollo, os sugiero algunos entretenimientos productivos para no perder el tiempo.
Con permiso, humildad e inmejorable criterio… (¡Me gusta esta última frase!)

Al lío: no tardéis en leer todo lo que escribe Rafael Chirbes, escritor valenciano -y universal- de Tabernes de la Valldigna, un lugar que adoro. En la pequeña pantalla, a ratos ideal para esta época revuelta donde conviene afianzar valores, ¿para cuándo te atreves con esa obra maestra titulada “The Wire”? Más: si te apetece una comedia diferente, ríe con “The Office”; si eres taciturno, canalla y asaz obsceno, busca “Californication”. Si has reservado guita –que suena muy “cool”- para ir al teatro, en el Amaya te esperan “Dos hombres solos…” con cachondeo a raudales. Como los Ron Lalá allá donde vayan: ¡un pedestal ya! Y sobre próximos acordes, vuelven los Nonno, Rafa Pons o Loquillo con Leiva y Ariel Rot. En la prensa, además de las cabeceras consagradísimas, descubrid Mongolia, La Marea, Jot Down, Paperfront o eldiario.es. Y en el dial, pienso –luego existo- que hay mil propuestas para aprender, divertirse y disfrutar de la radio. Mención especial a mis compañeros de la Ser y la familia de RNE (inconmensurable “España Directo”, de lunes a viernes, de 12h a 13h). Y en cuanto a películas recientes, soberbias “Blancanieves” y “Arrugas”, por ejemplo. (De nada.)

Por cierto, os agradezco los mensajes que recibo en esta gloriosa web, donde comparto mis disparates y menudencias con la puntería humorística de SirCámara o las principales noticias del norte de la Comunidad de Madrid. Un placer, siempre.
¡Y que no nos roben el mes de abril!