22 marzo, 2012

Primavera

… Brota la primavera con una esquina rota: como en el virtuoso libro de Benedetti. Y entre tanto, celebramos el Día Internacional de la Poesía. Y llueve y nieva, que es lirismo puro. Y emulando al maestro, la ocasión invita al optimismo: a reemplazar las corrientes negativas con ímpetu y mirada cítrica, ácida, corrosiva. Así lo escribo tras un fabuloso puente de San José, con genuinas escapadas, compañía incomparable y múltiples viajes pendientes: aguarda el norte de España con la juerga desaforada y sonríe la playa del Levante con sol y veladas inenarrables, pero también asoma Francia desde el paraíso de Arcachón: tributo a la buena gente, la contemplación y los días de vino y risas. Y a la vuelta, haciendo honor a algunos enlaces ineludibles del blog: cangrejearemos, abriremos la grava, tocaremos las estrellas, fabricaremos experiencias, brindaremos por San Isidro y, en suma, continuaremos robándole tiempo a la vida: soñando despiertos y aprendiendo y conversando y brindando y carcajeándonos con la adrenalina que otorgan la felicidad compartida, la emoción perpetua, el gozo de los pequeños placeres y la magia del instante. El arte de vivir, decía el clásico.  Y con la que está cayendo, todo esto tiene que recordarnos que, salud mediante, somos unos privilegiados: como los aficionados al fútbol ante ese jugador Patrimonio de la Humanidad que se llama Leo Messi... En fin, a pesar de los pesares, esta primavera con una esquina rota también irrumpe rebosante de anhelos, deslumbrante, colosal, con cientos de páginas en blanco, ideas peregrinas o realistas y planes arrebatadores. La próxima vez hablamos del Gobierno: hoy nos quedaremos con lo importante. Buen provecho.

02 marzo, 2012

Ocurrencias de un tipo entrañable

El juego de palabras afirma que el arte es morirte de frío… pero uno cree que es mucho más y que no podríamos vivir sin la música, el cine, la literatura, la arquitectura, la danza, la escultura, el teatro o la pintura... Eso sí, teniendo en cuenta que primero hay que satisfacer necesidades básicas como dormir, comer, beber, aparearse, hacer de vientre o vibrar con un emocionante partido de fútbol. Así, cautiva y desarmada la pirámide de Maslow, os brindo un canto a la creatividad y el talento: al arte que no sólo ensalza la estética sobre la funcionalidad, sino el contenido y el continente, el fondo y la forma.
Voy al grano o se me de escapa el post... En la gran pantalla, con una lista de deberes avasalladora, no os perdáis “The Artist”: reflejo de que la tradición, el celuloide añejo o el clasicismo excelso se han colado en la fiesta 2.0. Si buscáis el jolgorio mental entre las páginas de un buen libro, varios apuntes: la noche que vino Paul Auster a Madrid nos recuerda la formidable trayectoria del norteamericano, el “Submarino” de Dunthorne nos acerca a una suerte de Salinger británico y “Los Enamoramientos” corroboran el permanente estado de gracia de Javier Marías. La prensa parece un cabaret: actualidad escalofriante, deplorable, convulsa y a ratos inusitadamente grata, pistas de ocio tan interesadas como interesantes, colecciones pintorescas o espléndidas… y un trasfondo crudo: ¿se quedará tocando la banda mientras chocamos con el iceberg? (Lamentamos el adiós de Público o Adn y soñamos con una tabla de náufrago –acaso más lectores, más formación, más inquietud colectiva- que salve el papel: llámame anacrónico, pero no concibo un día sin periódico.)
Y salimos otra vez a la calle: me preguntáis a menudo por la cartelera y prometo no defraudar (ergo no podría dedicarme a la política). Algunos nombres propios: Faemino y Cansado –geniales e ignominiosos- en elAlcázar, polifacético y virtuoso Latre en el Compac Gran Vía, apoteósico Berto Romero en el mismo foro, genuino el “Abecé” de Carmona en el Pequeño Teatro Gran Vía, sempiterna transgresión en el Alfil, nómada e hilarante gestualidad del “Ticket” made in Tricicle e impecable gira de los “Veraneantes” que otrora brillaron en La Abadía y siguen triunfando por doquier. Me planto aquí. En televisión, monumento a Jordi Évole, impaciencia ante el regreso de Buenafuente o Mad Men y enhorabuena a RTVE por sus éxitos informativos (y, pecando de cultureta, por la espléndida programación de La 2). Son ocurrencias que engrandecen la vida. Cosas de las que hablamos cuando la salud, la economía doméstica y el tiempo lo permiten. Arte, reflexión, remedios frente a la intemperie escritos por un tipo entrañable...
Y lo mejor de todo es compartir cada instante con personas extraordinarias (*).

(*) Personas extraordinarias: dícese de mis padres, mi hermano, mi cuñada, la familia impagable (en Madrid, Yecla, Salamanca...), los amigos o la gente fantástica que se cruza en el camino. Y, por supuesto, esa joya que es mi álter ego: el arte personificado. Qué bonito. Gracias a todos. ¡Feliz marzo!