28 diciembre, 2011

¡¡Feliz 2012!!

... De entre todas las felicitaciones cruzadas, y ante los lienzos que pinta la actualidad, adjunto la imagen de los amigos de Yllana por aquello de reivindicar a los reyes majos del humor: la risa, la sonrisa y la carcajada.
Que no falten en la agenda de 2012.
Gracias a todos por la confianza.

10 diciembre, 2011

Blognanismo

Palabras más, palabras menos... 
El otro día hablaba con mi hermano (tan pequeño y tan grande a la vez) del remordimiento que uno siente cuando tarda varios días en actualizar el blog. Y con el frenesí que nos envuelve, familiares y amigos, resulta imposible plasmar cada experiencia. No existe tiempo material. Tampoco estamos inmersos en las redes sociales ni consultamos Internet como si la vida nos fuera en ello, pero reconozco que a ratos me apresa una suerte de “blognanismo”: la pulsión de relatar los acontecimientos cotidianos, al menos los más apasionantes. Tomo aire y, con sumo cariño para los miles de lectores agazapados (!), pido disculpas por la evanescencia y laxitud de estas entradas virtuales. En mi defensa, os prometo que siempre procuramos atesorar impresiones: celebrar el bagaje del día a día para compartir nuestros descubrimientos, encuentros o aprendizajes con quienes nos acompañan: dedicando lo justo a las nuevas tecnologías, ya que la realidad -como afirma Woody Allen- es el único lugar donde tomarte un buen filete. Advierto que, asaz inquietos y pretenciosamente díscolos de lo políticamente correcto, andamos ultimando proyectos y quimeras de las que, espero, próximamente seréis partícipes. Que no hay reloj para tantos estímulos. Que, para no perder las buenas y agotadoras costumbres, hemos visto a medio mundo en estas semanas. Que el trabajo irradia emociones imperecederas: reír con los genios de El Terrat (meteórica Ana Morgade en el programa: ¡gracias!), constatar la importancia de la solidaridad en esta época turbulenta, conversar con artistas entusiastas, escudriñar la situación económica con uno de los “Brokers” más cómicos y gamberros de Yllana o, ya como receptor, paladear reportajes y artículos espléndidos que te ayudan a entender la actualidad. Hubo un fin de semana -imaginad música jazz de fondo- en que nuestra casa parecía la Residencia de Estudiantes de Madrid o un atardecer en la belle epoque: faltaba fumar en pipa y degustar vino y queso como los bohemios de Montmartre. Me explico: cine antológico, series de televisión de altos vuelos, libros colosales (Javier Marías, Salinger), citas con tipos extraordinarios que ignoran la portada de Terelu y mucha sed de cultura: impecable antídoto frente al abuso de poder y la estulticia. Y tras estas líneas tan presuntuosas de anacoreta irredento, vamos a lo que interesa: el Real Madrid-Barca. A mi juicio, es al fútbol lo que  Shakespeare a la literatura o "El Rey León" a los musicales: un referente, símbolo de que los equipos de la Liga Española se parecen a los hijos de Paquirri: entre los dos primeros y el tercero la diferencia resulta abismal... Por cierto, contaban la otra tarde en Rne (¡enhorabuena a mi otro clan!) una metáfora acertadísima sobre el estilo de los dos astros: el malvado Mourinho nos retrotrae a la Edad Media -con la inagotable furia de sus gladiadores majestuosos- mientras el mesiánico Guardiola evoca el Renacimiento -con su estética innovadora, hermosa y técnicamente perfecta-. Ah, mi trono del Balón de Oro: Messi, Cristiano, Xavi. Pero en la lista faltarían más artistas de los que encumbran el deporte rey (que no consiste en golpearse con puertas, acaso por los disgustos: la crisis la sufrimos todos, mirad a Urdangarín). Y así, divagando desde Madrid, Yecla, Salamanca o quién sabe dónde, la vida continúa: imparable, alegre, soñadora, atrevida, con sobresaltos y la tan atroz como funesta manía de pensar... Me llamaron unos antiguos compañeros de radio para entrevistarme en directo sobre periodismo y -en medio de la desazón generalizada, la camaradería y la gratitud- conseguimos reflexionar con optimismo y exponer varias razones para que nunca falte gente que le cuente a la gente lo que le pasa a la gente.  De ilusiones se vive: valga este sublime ejercicio de blognanismo.  Pero, por favor, que quede entre nosotros...