Calumnistas
Tras el clásico, la vida sigue. El partido sirvió como broche de oro a un fin de semana formidable, exhaustivo, vertiginoso, de ida y vuelta. Entre tantas conversaciones compartidas, banales y sesudas, os planteo un asunto que solivianta al personal: la presunción de inocencia. Ahora que lo fácil es caer en el maniqueísmo y el descrédito gratuitos -valores en alza también desde los inefables mass media- me pregunto si no deberíamos medir bien los tiempos, analizar con rigor cada contexto y evitar que una persona o colectivo se convierta en culpable por decreto. Una sola equivocación en este sentido hunde la existencia a cualquiera. Se impone el “calumnia, que algo queda” y me parece un despropósito porque las cosas admiten matices. O no.
Abrazos, salud y risas.
P.D.: Si podéis, mirad de vez en cuando los enlaces del blog. Son excelentes: me rodeo de gente extraordinaria, lo cual demuestra una inteligencia inusitada… presuntamente, claro.
Ah, la imagen es “La calumnia de Apeles” de Botticelli.
Abrazos, salud y risas.
P.D.: Si podéis, mirad de vez en cuando los enlaces del blog. Son excelentes: me rodeo de gente extraordinaria, lo cual demuestra una inteligencia inusitada… presuntamente, claro.
Ah, la imagen es “La calumnia de Apeles” de Botticelli.